martes, 19 de octubre de 2010

¿Arañas o Estrellas de Mar?


Hace tiempo leí un libro que me dejó muy buen saber de boca, es de esos libros que me cautivó desde el título, y que expresan ideas tan sencillas, creativas y claras, que inspiran a uno a hacer mil cosas con ellas desde que hojeamos la introducción!

“La Araña y la Estrella de Mar”, es una reflexión de cómo los acontecimientos globales –por ejemplo la proliferación de las redes de comunicación a través de internet-, han obligado a las organizaciones a transformar sus estructuras y procesos. Las clásicas y convencionales estructuras jerárquicas están cediendo el lugar a nuevas formas de organizarse, de ahí que la descentralización y las dinámicas en redes estén creando tanta importancia en las formas en que los seres humanos nos relacionamos hoy en día para convivir, amar y trabajar.

Para comprender esta idea, Beckstrom y Brafman se ayudan de una metáfora muy gráfica. Nos inspiran a imaginar que las organizaciones centralizadas son esas empresas que dependen de una cabeza, de un solo líder para funcionar. Al igual que “Una Araña” basta con afectar la cabeza de estas organizaciones para hacerlas vivir en crisis y/o desaparecerlas de la faz de la tierra. Mientras que las organizaciones descentralizadas son aquellas guiadas por un importante equipo de líderes que se parecen más a la estructura de una “Una Estrella de Mar”. Al igual que las estrellas de mar, las organizaciones descentralizadas tienen la maravillosa capacidad de auto regenerarse, ya que en lugar de tener un mando central (como en el caso de la cabeza de la araña) cuenta con una red celular (como las puntas de la estrella de mar) que implica que en cada una de sus áreas existe una réplica creativa de los procesos vitales de la organización. Así que si en algún momento uno de sus líderes-equipo es afectado, la red compuesta por los líderes-equipos restantes le ayudará a reintegrarse nuevamente.

Fue tal el impacto de este libro en mi ser, que me di cuenta que esta genial metáfora se puede aplicar a la administración y logística de la carrera profesional durante toda nuestra vida! Es decir, cuando se trata de ir haciendo camino laboral, o aprendemos a ser especialistas en nuestra habilidad profesional (equivalente a una araña); o aprendemos a ser funcionales y prácticos en multihabilidades profesionales (equivalente a una estrella de mar).

Imaginemos que cada uno de nosotros somos en sí una organización, si nos vivimos como una organización centralizada es muy probable que nuestras decisiones laborales estén determinadas por una sola línea de conocimiento muy definida (como la cabeza de la araña) y aplicable a un mercado laboral también muy específico; por el contrario, si nos vivimos como una organización descentralizada es posible que nuestras elecciones profesionales se determinen por múltiples líneas de conocimiento y/o habilidades (como la estrella de mar) que se ejercen en un mercado de empleabilidad con más opciones.

En los talleres de búsqueda de empleo y outplacement que he tenido la oportunidad de impartir, recuerdo que las personas “estrellas de mar” fueron las que tuvieron más oportunidades para concretar sus opciones de empleabilidad, mientras que las personas “araña” tuvieron más dificultad para reubicarse en la especialidad de su conocimiento y/o habilidad. Si bien es cierto que son múltiples factores los que intervienen en el éxito de estos casos, en las historias donde se han narrado afortunados desenlaces en las carreras profesionales de muchas personas es posible desentrañar una gran don: el que administraron con una profunda creatividad los cambios de rumbo, alineando certeramente los logros profesionales con los ciclos, las circunstancias y los proyectos de vida!

El desempleo, la fusión de las organizaciones, la automatización de los procesos, la aplicación de la tecnología, las promociones para ocupar puestos de mayor responsabilidad, las crisis financieras mundiales, el crecimiento de las organizaciones; el matrimonio, el divorcio, la paternidad o maternidad, la muerte de un ser querido y hasta el diagnóstico de una enfermedad o el regalo de una herencia, son circunstancias que posibilitan un giro interesante en cualquier carrera que un ser humano haya elegido realizar.

Y así es como nacen las formas híbridas de hacer carrera!, cuando la inteligencia creativa y emocional de las personas se funden en una poderosa visión: la de multiplicar opciones para hacer lo que mejor saben hacer, lo que disfrutan más, recibiendo una muy buena remuneración por ello en cualquiera de las circunstancias, e impactando a favor de una colectividad.

Y de historias podría contar muchas, de como un arquitecto se formó psicoterapeuta gestalt y actualmente además de crear hermosos lugares físicos para vivir crea también espacios de bienestar emocional a través de la psicoterapia; o de cómo un administrador de empresas creó una agencia de empleo y servicios outplacement y escribe libros para apoyar la búsqueda de empleo a partir de una experiencia propia de desempleo; o de cómo una periodista y escritora creó un espacio para promover las conexiones humanas conscientes y generar procesos de trabajo comunitario; o de cómo un director de teatro creó un concepto innovador para integrar grupos de trabajo autodirigidos aplicados a la docencia; o de cómo un filósofo creó con su pareja una organización civil que impulsa proyectos de desarrollo sustentable; o de cómo una financiera adecuó la filosofía de la riqueza material a la promoción de la riqueza espiritual en la vida de las personas.

La esencia de todas ellas es ver frente a nosotros un mundo lleno de posibilidades, para aprender a hacer lo impensable, para desarrollar cosas raras e inusuales, para romper paradigmas, para cruzar la frontera del confort, para crear espacios originales de empleabilidad, para expandir nuestros talentos y habilidades, para soñar espacios que antes eran inimaginables, para crear, para crecer, simplemente para crecer!!!

¿Nos compartes tu historia?...

viernes, 8 de octubre de 2010

De Espejos, Pilotos Automáticos y Empatía


Todo surgió cuando me di cuenta que en muchas ocasiones me he comportado como un fiel espejo en mis relaciones. ¿Y que hace un espejo?, simplemente reflejar lo que esta frente a él.

Es sencillo de imaginar, si la persona con la que me encontraba me trataba con amor, cortesía, respeto y todas esas cosas que me hacían sentir bien, entonces yo reaccionaba con buena voluntad. Y si por el contrario la persona con la que me encontraba me trataba con desamor, agresión, frialdad, y todas esas cosas que hacían sentirme desvalorizada, rechazada, juzgada o criticada, entonces yo reaccionaba con actitudes que lo hacían sentir de la misma forma.

A eso me refiero cuando digo que muchísimas veces me he comportado como un fiel espejo, cuando simplemente proyectaba lo que recibía de la otra persona, el caso es que desde esta perspectiva me di cuenta que en lugar de ACTUAR solo estaba Reaccionando. O sea que me dejaba llevar por la inercia, comportándome simplemente en "Piloto Automático".

Ups!, fue muy desagradable darme cuenta que en lugar de actuar con el libre albedrío que me regala miles de posibilidades para elegir, simplemente estaba reaccionando equivalentemente ante una actitud que me era dirigida, o sea que devolvía a cambio justamente lo que recibía. Cómo autómata!!!, como cuando le das monedas a una máquina de golosinas y te entrega un producto del valor equivalente a lo que diste en monedas, así mas o menos.

También me di cuenta que cuando la experiencia ocurría con una relación lejana me afectaba menos que cuando se trataba de encontrarme en una relación con una persona amada. O sea que cuando me sentía agredida, rechazada, juzgada, criticada o mal tratada en el encuentro con alguien de mi familia, mi pareja o mis tan queridos amigos y amigas, entonces si que me afectaba sobremanera lo que decían de mi y de cómo se dirigían conmigo.

Recuerdo que por esos días mi pareja y yo instruimos un taller en Cuernavaca que se llamaba “Te Miro y Me Encuentro”, y nunca me imaginé que esta experiencia me diera un gran regalo. El proceso de creación hasta la impartición del taller, se convirtió en una maravillosa MAESTRÍA! que me hizo recordar que muchas de las cosas que recibimos de los demás y que son dirigidas a nosotros son proyecciones de los procesos de aprendizaje y crecimiento de esas personas y viceversa.

Tal como me lo enseñaran dos mujeres sabias que adoro!, mi madre y mi abuela, “cuando Juan habla de Pedro se sabe más de Juan que de Pedro”. Lo que significa que cuando una persona se dirige a otra para compartir lo que sea, tanto actitudes agradables como desagradables, es elemental darnos cuenta que esas actitudes de la persona son simplemente la manifestación de lo que la persona es o de cómo se siente en ese momento.

Dicho en otras palabras, comprender que lo que recibimos de los demás es la expresión de lo que las personas son y sienten en lugar de creer que somos idénticamente lo que las personas dicen que somos, significa que dejamos de tomarnos las cosas personalmente. Y Eureka!, cuando dejamos de tomarnos las cosas personalmente, cuando dejamos de sentirnos el ombligo del universo, surge una muy inteligente y consciente distancia, un proceso interno que nos ayuda a comprender el sentir de los demás y de nuestras relaciones con ellos: LA EMPATIA.

Vivido así, dejamos de ser simples espejos que actúan en piloto automático, que se la pasan proyectando todo lo que las personas nos comparten, y nos convertimos en verdaderos seres humanos conscientes y empáticos, con el poder de elegir a través del libre albedrío. Visto así, es poco probable sentir la necesidad de estar a la defensiva en la convivencia con los demás, pues lo que las personas digan y hagan con nosotros, solo importa en el sentido en que lo que expresan es en el fondo un valioso conocimiento de lo que sucede con ellas mismas. Y en sentido contrario, lo que decimos y hacemos con los demás, importa muchísimo en el sentido de que es el reflejo de la relación que tenemos con nosotros mismos.

Desde este caer en cuenta me entusiasma mucho observar y observarme cada vez que me encuentro en convivencia con una persona o un ser querido, especialmente cuando estoy con mi pareja. Porque es justo en esos momentos donde tengo la doble oportunidad de conocer íntimamente a esa persona y seguirme conociendo a mi misma. Me motiva sentir que soy capaz de elegir y de desconectarme del piloto automático para responder diferente!

Que soy capaz de responder con amor ante cualquier actitud desagradable que suceda en la convivencia con otro ser humano. Porque claro!, es muy fácil dar amor cuando recibes amor, pero dar amor cuando recibes miedo y todas esas cosas desagradables que afectan nuestra paz interior, nuestra voluntad de creer y nuestra libertad de elegir y ser, no es sencillo cierto?

Pero es que de eso se trata la vida!!!, de darnos cuenta que hasta en el conclicto de cuando nuestras diferencias se encuentran, está una bella oportunidad para crear un salto de conciencia!!! Y que de saltito en saltito vamos co creando lo que queremos vivir en nuestras relaciones de cada día. Así que mientras muchos me traten de convencer de que las relaciones de armonía, de respeto, de solidaridad, de confianza, de honestidad, de amor incondicional entre seres humanos es una utopía, yo me aferro como una necia a creer lo contrario, y en hacer mi parte para que las utopías sucedan.


Y en eso estoy…en que la práctica me haga MAESTRA…

Y tu cuéntame, ¿cómo le has hecho para transformar los pilotos automáticos de tu vida?, si es que te han sucedido claro!