Por @roxpsicocreando
Revisando esta semana el muro de mi instagram, me encontré con una imagen que contenía una pregunta muy provocadora:
¿Cuándo sabes que llegó la hora de un cambio en tu vida?
Y digo provocadora, porque de tan solo leerla no pude
evitar recordar aquellas ocasiones en que mi vida se tornó crítica,
empujándome a hacer cosas que cambiarían el rumbo de mi existencia.
Respondiendo a la pregunta, diría que sé perfecto cuando
es momento de darle un giro a mi vida. Cuando me siento agotada, cuando
siento que nada alrededor tiene sentido, cuando mi creatividad deja de
fluir, cuando nada me inspira, cuando siento que los días me pasan de
largo, cuando me sofoca lo cotidiano, cuando me apresa la costumbre,
cuando me doy cuenta que me he encarcelado en la rutina, en conclusión
cuando me siento muerta en vida.
¿Te ha sucedido?
¿Te has sentido así algunas veces?
¿Te has sentido así algunas veces?
Intuyo que sí. Y es bastante desagradable sentirse así. Es
como estar en la periferia de un huracán, totalmente sacudida y con el
rumbo extraviado, como estar a la deriva en el inmenso océano
existencial. Incluso se siente en el cuerpo, se siente muy poquita
energía para hacer las cosas del día, ocurren muchas noches de insomnio
porque cuesta conciliar el sueño, el pecho se siente contraído como una
pasa seca, duele la cabeza de tanto enredo mental, se pierde el apetito o
por el contrario comemos compulsivamente por tanta ansiedad, total que
el cuerpo comienza a dolerse y a enfermarse de todo.
Y entonces llega el momento crítico, ¡despiertas un día y te das cuenta!
Y cuando una se da cuenta, cuando se es profundamente
consciente del sin sentido, se siente como una epifanía. Caen los
veintes como una lluvia torrencial, y es entonces cuando se está
dispuesta a hacer lo que sea necesario para salir de esa fatal realidad.
Es entonces cuando nos damos cuenta que reinventarnos no es una alternativa, sino la única opción.
Pero, ¿por dónde empezar?
¿Cómo comenzar la labor titánica de reinventarte?
¿Cómo comenzar la labor titánica de reinventarte?
Hacerte de momentos a solas para sincerarte contigo misma,
es un buen comienzo. Confesarte sin tapujos, aceptar que eres
responsable del lugar donde estás -por acción u omisión-, y sin
compadecerte ni sentirte lástima, es un buen avance. Hurgar los cajones
de tu vida (como si se tratara de los compartimentos de un clóset) para
elegir lo que se queda y lo que se va, es estrictamente necesario.
Asegurarte que las acciones que pretendes realizar va a
transformar el fondo de tu existencia y no solo la forma de tus
circunstancias, debe ser la piedra filosofal de tu gran plan. Porque
puede ocurrir que termines una relación de co dependencia con “X”, para
simplemente comenzar otra de la misma naturaleza, pero con “Y” o “Z”.
Lo verdaderamente trascendente, es que reinventarte te
implique una transformación de raíz, y no solo una poda de las hojas. Si
eso implica desaprender lo aprendido, lo sueltas. Si eso implica acuñar
nuevas creencias y visiones, lo haces. Si eso implica transformar
hábitos, lo experimentas. Si eso implica sentir vacíos, los enfrentas.
Si eso implica quebrantar los límites, te arriesgas. Si eso implica ser
criticada por ser distinta, lo comprendes. Si eso implica recursos y
tiempo, los consigues. Si eso implica dejar de ser la que eras, lo
aceptas.
Es entregarte apasionadamente a este propósito, sin dudas
ni medias tintas. Es enfocarte en este propósito, como si te estuvieses
jugando la vida en ello. Es empoderarte como nunca antes, del timón y
del rumbo de tu existencia.
Es hacer todo lo que sea necesario porque sabes con certeza,
que reinventarte ya no es una alternativa, sino tu única opción.
que reinventarte ya no es una alternativa, sino tu única opción.
Nota Importante
Este artículo es de mi autoría, y ha sido publicado originalmente en el portal de contenidos www.saludprimero.mx
Este artículo es de mi autoría, y ha sido publicado originalmente en el portal de contenidos www.saludprimero.mx