“El que percibe la punta del
iceberg se entretiene de apariencias, el que comprende al iceberg completo y el
todo que lo contiene se nutre de experiencias”
Rox, Enero 2012
Es muy común, cierto?
Yo confieso que en muchas
ocasiones me ha sucedido que solo veo un lado, un ángulo, la punta del iceberg de
la circunstancia que se planta frente a mí. Es como si mi visión se hiciera la
forma de un túnel alargado que me conectara con esa circunstancia, y que la
forma de ese túnel es la que moldeara mi percepción, estrechándola.
Y es verdad que así se puede
pasar uno la vida, creyendo que eso que vemos es la realidad completa, cuando
simplemente es solo la apariencia de una fracción de ella.
Y así vamos, hasta aquel momento
en que nos habita una sensación en que intuimos la sospecha de que hay algo mas
allá de lo que vemos.
Es entonces cuando aceptamos
abrir los sentidos, y comenzamos realmente a ver, escuchar y sentir otros
ángulos distintos del mismo iceberg que habíamos creído mirar. Y para nuestra sorpresa
vamos descubriendo lo enriquecedor que resulta comprender desde los zapatos de
otros, dándonos cuenta que desde ese lugar ampliamos perspectiva de las
circunstancias con ellos compartidas.
Así es, es posible comprender el
iceberg completo de las circunstancias si aprendemos a mirar con otros ojos, y
en ese camino de aprender a mirar vamos dejándonos tocar por la sensibilidad
de otros…
Y vinculando la sensibilidad de nuestras
percepciones es como se nutren nuestras relaciones…
Y se nutren porque
trascendemos las apariencias para tejer experiencias…
Y tejer experiencias expande la
conciencia…
¡Un maravilloso circulo virtuoso!, cierto?