Todo surgió cuando me di cuenta que en muchas ocasiones me he comportado como un fiel espejo en mis relaciones. ¿Y que hace un espejo?, simplemente reflejar lo que esta frente a él.
Es sencillo de imaginar, si la persona con la que me encontraba me trataba con amor, cortesía, respeto y todas esas cosas que me hacían sentir bien, entonces yo reaccionaba con buena voluntad. Y si por el contrario la persona con la que me encontraba me trataba con desamor, agresión, frialdad, y todas esas cosas que hacían sentirme desvalorizada, rechazada, juzgada o criticada, entonces yo reaccionaba con actitudes que lo hacían sentir de la misma forma.
A eso me refiero cuando digo que muchísimas veces me he comportado como un fiel espejo, cuando simplemente proyectaba lo que recibía de la otra persona, el caso es que desde esta perspectiva me di cuenta que en lugar de ACTUAR solo estaba Reaccionando. O sea que me dejaba llevar por la inercia, comportándome simplemente en "Piloto Automático".
Ups!, fue muy desagradable darme cuenta que en lugar de actuar con el libre albedrío que me regala miles de posibilidades para elegir, simplemente estaba reaccionando equivalentemente ante una actitud que me era dirigida, o sea que devolvía a cambio justamente lo que recibía. Cómo autómata!!!, como cuando le das monedas a una máquina de golosinas y te entrega un producto del valor equivalente a lo que diste en monedas, así mas o menos.
También me di cuenta que cuando la experiencia ocurría con una relación lejana me afectaba menos que cuando se trataba de encontrarme en una relación con una persona amada. O sea que cuando me sentía agredida, rechazada, juzgada, criticada o mal tratada en el encuentro con alguien de mi familia, mi pareja o mis tan queridos amigos y amigas, entonces si que me afectaba sobremanera lo que decían de mi y de cómo se dirigían conmigo.
Recuerdo que por esos días mi pareja y yo instruimos un taller en Cuernavaca que se llamaba “Te Miro y Me Encuentro”, y nunca me imaginé que esta experiencia me diera un gran regalo. El proceso de creación hasta la impartición del taller, se convirtió en una maravillosa MAESTRÍA! que me hizo recordar que muchas de las cosas que recibimos de los demás y que son dirigidas a nosotros son proyecciones de los procesos de aprendizaje y crecimiento de esas personas y viceversa.
Es sencillo de imaginar, si la persona con la que me encontraba me trataba con amor, cortesía, respeto y todas esas cosas que me hacían sentir bien, entonces yo reaccionaba con buena voluntad. Y si por el contrario la persona con la que me encontraba me trataba con desamor, agresión, frialdad, y todas esas cosas que hacían sentirme desvalorizada, rechazada, juzgada o criticada, entonces yo reaccionaba con actitudes que lo hacían sentir de la misma forma.
A eso me refiero cuando digo que muchísimas veces me he comportado como un fiel espejo, cuando simplemente proyectaba lo que recibía de la otra persona, el caso es que desde esta perspectiva me di cuenta que en lugar de ACTUAR solo estaba Reaccionando. O sea que me dejaba llevar por la inercia, comportándome simplemente en "Piloto Automático".
Ups!, fue muy desagradable darme cuenta que en lugar de actuar con el libre albedrío que me regala miles de posibilidades para elegir, simplemente estaba reaccionando equivalentemente ante una actitud que me era dirigida, o sea que devolvía a cambio justamente lo que recibía. Cómo autómata!!!, como cuando le das monedas a una máquina de golosinas y te entrega un producto del valor equivalente a lo que diste en monedas, así mas o menos.
También me di cuenta que cuando la experiencia ocurría con una relación lejana me afectaba menos que cuando se trataba de encontrarme en una relación con una persona amada. O sea que cuando me sentía agredida, rechazada, juzgada, criticada o mal tratada en el encuentro con alguien de mi familia, mi pareja o mis tan queridos amigos y amigas, entonces si que me afectaba sobremanera lo que decían de mi y de cómo se dirigían conmigo.
Recuerdo que por esos días mi pareja y yo instruimos un taller en Cuernavaca que se llamaba “Te Miro y Me Encuentro”, y nunca me imaginé que esta experiencia me diera un gran regalo. El proceso de creación hasta la impartición del taller, se convirtió en una maravillosa MAESTRÍA! que me hizo recordar que muchas de las cosas que recibimos de los demás y que son dirigidas a nosotros son proyecciones de los procesos de aprendizaje y crecimiento de esas personas y viceversa.
Tal como me lo enseñaran dos mujeres sabias que adoro!, mi madre y mi abuela, “cuando Juan habla de Pedro se sabe más de Juan que de Pedro”. Lo que significa que cuando una persona se dirige a otra para compartir lo que sea, tanto actitudes agradables como desagradables, es elemental darnos cuenta que esas actitudes de la persona son simplemente la manifestación de lo que la persona es o de cómo se siente en ese momento.
Dicho en otras palabras, comprender que lo que recibimos de los demás es la expresión de lo que las personas son y sienten en lugar de creer que somos idénticamente lo que las personas dicen que somos, significa que dejamos de tomarnos las cosas personalmente. Y Eureka!, cuando dejamos de tomarnos las cosas personalmente, cuando dejamos de sentirnos el ombligo del universo, surge una muy inteligente y consciente distancia, un proceso interno que nos ayuda a comprender el sentir de los demás y de nuestras relaciones con ellos: LA EMPATIA.
Vivido así, dejamos de ser simples espejos que actúan en piloto automático, que se la pasan proyectando todo lo que las personas nos comparten, y nos convertimos en verdaderos seres humanos conscientes y empáticos, con el poder de elegir a través del libre albedrío. Visto así, es poco probable sentir la necesidad de estar a la defensiva en la convivencia con los demás, pues lo que las personas digan y hagan con nosotros, solo importa en el sentido en que lo que expresan es en el fondo un valioso conocimiento de lo que sucede con ellas mismas. Y en sentido contrario, lo que decimos y hacemos con los demás, importa muchísimo en el sentido de que es el reflejo de la relación que tenemos con nosotros mismos.
Desde este caer en cuenta me entusiasma mucho observar y observarme cada vez que me encuentro en convivencia con una persona o un ser querido, especialmente cuando estoy con mi pareja. Porque es justo en esos momentos donde tengo la doble oportunidad de conocer íntimamente a esa persona y seguirme conociendo a mi misma. Me motiva sentir que soy capaz de elegir y de desconectarme del piloto automático para responder diferente!
Dicho en otras palabras, comprender que lo que recibimos de los demás es la expresión de lo que las personas son y sienten en lugar de creer que somos idénticamente lo que las personas dicen que somos, significa que dejamos de tomarnos las cosas personalmente. Y Eureka!, cuando dejamos de tomarnos las cosas personalmente, cuando dejamos de sentirnos el ombligo del universo, surge una muy inteligente y consciente distancia, un proceso interno que nos ayuda a comprender el sentir de los demás y de nuestras relaciones con ellos: LA EMPATIA.
Vivido así, dejamos de ser simples espejos que actúan en piloto automático, que se la pasan proyectando todo lo que las personas nos comparten, y nos convertimos en verdaderos seres humanos conscientes y empáticos, con el poder de elegir a través del libre albedrío. Visto así, es poco probable sentir la necesidad de estar a la defensiva en la convivencia con los demás, pues lo que las personas digan y hagan con nosotros, solo importa en el sentido en que lo que expresan es en el fondo un valioso conocimiento de lo que sucede con ellas mismas. Y en sentido contrario, lo que decimos y hacemos con los demás, importa muchísimo en el sentido de que es el reflejo de la relación que tenemos con nosotros mismos.
Desde este caer en cuenta me entusiasma mucho observar y observarme cada vez que me encuentro en convivencia con una persona o un ser querido, especialmente cuando estoy con mi pareja. Porque es justo en esos momentos donde tengo la doble oportunidad de conocer íntimamente a esa persona y seguirme conociendo a mi misma. Me motiva sentir que soy capaz de elegir y de desconectarme del piloto automático para responder diferente!
Que soy capaz de responder con amor ante cualquier actitud desagradable que suceda en la convivencia con otro ser humano. Porque claro!, es muy fácil dar amor cuando recibes amor, pero dar amor cuando recibes miedo y todas esas cosas desagradables que afectan nuestra paz interior, nuestra voluntad de creer y nuestra libertad de elegir y ser, no es sencillo cierto?
Pero es que de eso se trata la vida!!!, de darnos cuenta que hasta en el conclicto de cuando nuestras diferencias se encuentran, está una bella oportunidad para crear un salto de conciencia!!! Y que de saltito en saltito vamos co creando lo que queremos vivir en nuestras relaciones de cada día. Así que mientras muchos me traten de convencer de que las relaciones de armonía, de respeto, de solidaridad, de confianza, de honestidad, de amor incondicional entre seres humanos es una utopía, yo me aferro como una necia a creer lo contrario, y en hacer mi parte para que las utopías sucedan.
Pero es que de eso se trata la vida!!!, de darnos cuenta que hasta en el conclicto de cuando nuestras diferencias se encuentran, está una bella oportunidad para crear un salto de conciencia!!! Y que de saltito en saltito vamos co creando lo que queremos vivir en nuestras relaciones de cada día. Así que mientras muchos me traten de convencer de que las relaciones de armonía, de respeto, de solidaridad, de confianza, de honestidad, de amor incondicional entre seres humanos es una utopía, yo me aferro como una necia a creer lo contrario, y en hacer mi parte para que las utopías sucedan.
Y en eso estoy…en que la práctica me haga MAESTRA…
Y tu cuéntame, ¿cómo le has hecho para transformar los pilotos automáticos de tu vida?, si es que te han sucedido claro!
Y tu cuéntame, ¿cómo le has hecho para transformar los pilotos automáticos de tu vida?, si es que te han sucedido claro!
6 comentarios:
roxana muy buena manera de tomar conciencia y poder mirar de manera diferente la convivencia en todo tipo de relaciones.
Rox, muchas gracias por la reflexión. No lo había visto de esa manera y es muy cierta: observarme en cómo trato a los demás y lo que digo de ellos. Lo podré en práctica y te cuento...
Abrazo
Excelente artículo. Son esas experiencias que te hacen crecer y tener un sentido en la vida. Mis más sinceras felicitaciones, y que se repitan!
Hola Anónimo!
Gracias por recibir este granito de conciencia, y por compartir esta mirada diferente acerca de la convivencia en nuestras relaciones.
Buen día!
Hola Clau!
Gracias por avisarme que tu comentario se registró como anónino, ya me contarás como te fué en la práctica. Y si todo se alinea nos veremos en el encuentro "Tu Sexualidad y el Placer de ser" en Noviembre.
Seguimos en sintonía, sonrisas para ti!
=)
Hola Ricardo!
Muchas gracias por ver en el artículo lo mismo que yo vi cuando lo imaginé, y por supuesto que repetiremos mas eslabones para seguir creando esta red de conciencia!
Alegría para tu Ser!
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