jueves, 25 de noviembre de 2010

¡Hoy celebro con un grano de arena!


Te comparto…

Ayer iba tranquilamente caminando por la calle, me dirigía plácidamente hacia un teatro en la Cd. de México, y de forma sorpresiva viví una experiencia de acoso sexual muy desagradable!!!

De inmediato sentí una ráfaga de calor en todo mi cuerpo, y mi corazón se aceleró, expresé verbalmente mi indignación con una palabra a grito abierto, y a partir de ese momento han venido a mi infinidad de pensamientos y sentimientos ocupando mi ser, incluso en los sueños de anoche.

La mejor parte de la historia es que soy afortunada, porque en esta experiencia me acompaña el hombre que amo y con quien comparto mi vida. A él agradezco su empatía amorosa, y sus palabras terapéuticas dichas hoy por la mañana “échate un clavado y revisa exactamente como te estás sintiendo”.

Y motivada por esas atinadas palabras me di cuenta que sentía enojo, impotencia, frustración, tristeza, compasión, desesperanza, furia, desilusión, incomprensión, desconfianza, ira, aberración, resentimiento, consuelo. Sentía cansancio, ganas de gritar, de golpear a un objeto para desahogarme, de llorar, de estar en silencio, de respirar hondo y profundo, de desplomarme, de correr, de hablar, de reflexionar. Y de pronto caí en cuenta de una necesidad primordial por sobre todas las demás…

¡¡¡Necesito hacer trascender esta experiencia para crear conciencia!!!

Causalmente, hoy 25 de noviembre de 2010, se celebran 29 años del Día Internacional de la transformación de la Violencia contra la Mujer. Una iniciativa creada en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe que se realizó en Bogotá, Colombia en 1981. Y que la Asamblea General de las Naciones Unidas lo decretara como un día de celebración internacional en su reunión del 17 de diciembre de 1999.

¡Y yo quiero celebrar con un grano de arena!

Es un regalo darme cuenta, que por primera vez siento profundamente arraigado el sentido de esta celebración, y hoy con mucho respeto quiero representar a todas las mujeres del mundo que en sus vidas han experimentado algún tipo de violencia para decirte…

A ti, HOMBRE, que ya es tiempo de cambiar nuestras creencias. Es tiempo de que creas que las mujeres merecemos ser tratadas con amor y respeto por el simple hecho de existir. Es primordial que te des cuenta que las mujeres experimentamos un cuerpo como sagrado porque a través de él canalizamos vida, y que nos sentimos en paz cuando te relacionas respetuosamente con este cuerpo. Es elemental que te des cuenta que somos seres sexuales y no objetos sexuales, y que te distingas por tu actitud haciendo la diferencia, cuando en reuniones sociales o íntimas te refieras a nosotras. Es urgente que sepas que las mujeres estamos creando formas para vivir mejor, y que nos motiva contar con tu apoyo para lograrlo. Que por cada acción que realices a favor de nuestro bienestar, todas las mujeres nos beneficiamos y con nosotras generaciones de humanidad enteras.

A ti, MUJER, que ya es tiempo de despertar, es tiempo de hacernos escuchar, es tiempo de actuar, es tiempo de re educar y transformar nuestra cultura. De respetarnos a nosotras mismas para inspirar el respeto de los demás. De hacer valer en cada acto y palabra nuestro ser sensible y pensante. De honrar cada día nuestro libre albedrío, para elegir vivir con autodeterminación y empoderamiento. De amar y hacer respetar cada célula de nuestro cuerpo, y honrarlo como si se tratase de la vida misma. De amar nuestra sexualidad y sentirnos libres de expresarla, cultivando prioritariamente el bienestar y crecimiento de nuestro ser y estar. De apoyarnos entre nosotras y de ser proactivas en cualquier causa o circunstancia que promueva nuestros derechos humanos y garantías de existencia. Date cuenta que por cada experiencia que construyas a favor de nuestro desarrollo, todas las mujeres nos beneficiamos y con nosotras generaciones de humanidad enteras.

Y ahora en este momento, me doy cuenta que me siento mucho mejor porque hablar por escrito ha sido catártico. Me doy cuenta que en el pecho albergo paz, una especie de tranquilidad que me inspira decir…

GRACIAS, a ti hombre y a ti mujer, que recibes con amor y conciencia esta experiencia mía. Hoy haz co creado conmigo, y colaboraste con tu existencia para trascenderla.

Luz y creatividad para tu día!

Roxana Aguilar Camacho
Fundadora Redes Lunarias

lunes, 8 de noviembre de 2010

La Relatividad del Tiempo en el Ahora Eterno

A propósito de la película “Volver al Futuro” que se ha reestrenado este fin de semana en las salas de cine de nuestro país, después de 25 años, me inspiró reflexionar acerca de la relatividad del tiempo. Y lo primero que me vino a la mente fue la cita de un ser humano –de quien por cierto no recuerdo su nombre-, que alguna vez intentó parafrasear a Albert Einstein diciendo “la relatividad del tiempo es cuando 3 minutos con la mano en el fuego te parecen una eternidad, mientras que 3 minutos besando a la mujer que amas solo es un suspiro”.

Es como con el cambio de horario, en verano adelantamos una hora el reloj y con este cambio muchas personas sienten que les quitan una hora a cada uno de sus días. Claro, mientras llega el cambio de horario en el invierno, cuando retrasamos una hora el reloj y las mismas personas sienten que les han regresado esa hora de su tiempo. Y lo único que ha cambiado en realidad es solo la referencia del tiempo y no el tiempo en sí, pues tanto en verano como en invierno la tierra sigue realizando cada 24 horas el movimiento sobre su propio eje conocido como rotación, que es el movimiento que determina las referencias del día y de la noche de acuerdo a su posición con respecto al sol.

Y que tal lo que sucede con el tiempo en nuestros sueños mientras dormimos, a mi me ha sucedido que he estado en sueño profundo durante un par de horas y al despertar siento que he dormido varios días. Frases como “el tiempo se pasó volando”, “ya no alcanza el tiempo para nada”, “esperé toda una eternidad”, “el tiempo es oro”, “tenemos el tiempo encima”, “justo a tiempo”, “un suspiro un segundo”, “que tiempos aquellos”, “reloj no marques las horas porque voy a enloquecer”, son solo algunos gráficos ejemplos de cómo convivimos con la relatividad del tiempo.

Podría hacer una larga lista de circunstancias y experiencias que nos dejen sentir la relatividad del tiempo, y en todas ellas se podría ver que es el tiempo una cosa que filtramos a través de nuestra mente y nuestras percepciones, “que nada es verdad ni mentira, todo es de acuerdo al cristal con que se mira”. Y para darle más sabor a este caldo de ocurrencias medito también de cómo el significado de los acontecimientos del pasado pueden ser transformados por una circunstancia del presente, o incluso una circunstancia del presente puede darle un vuelco distinto a la proyección del futuro.

Por ejemplo, imaginemos que un adolescente se da cuenta de que sus padres son padres adoptivos, es probable que todo el significado de su vida se transforme y comience a recapitular cada una de las experiencias vividas con ellos, y a partir de esa verdad conocida perciba el correr del tiempo de modo distinto. O aquel joven ejecutivo que siente tener un futuro prometedor y un diagnóstico de cáncer en los pulmones, por su adicción al cigarro, le atiza de un golpe inesperado la sensación de que el tiempo se le acaba. En cambio, para la persona que ha sobrevivido a un desastre natural, o a un accidente trágico, cada minuto de vida es la gloria y agradece por ello. O la mujer que ha vivido la experiencia de dar a luz a un ser humano, y que a partir de ese momento transforma el valor de cada instante con el que vive la vida.

Es como lo que a veces nos puede llegar a suceder cuando vemos la misma película en etapas de vida diferentes, a mi me sucedió que quedé profundamente conmovida con E.T. el extraterrestre cuando vi por primera vez esta película a mis 7 años. Y cuando la volví a ver a los 28, lo que logró conmoverme fue la forma en que Steven Spielberg creó este largometraje basándose en un amigo imaginario que lo acompañó de niño durante el divorcio de sus padres. Así que con esta mirada pude sentir el fluir del tiempo y mi relación con el significado de los acontecimientos de la película de una forma distinta.

Y ante tanta relatividad en el tiempo, llegué a la conclusión de que lo verdaderamente esencial es el AQUÍ y el AHORA. Esta sensación de estar disfrutando plenamente este momento, el momento de estar tecleando estas palabras, de suspirar y de frotar mis manos para calentarlas del frio viento. De darme cuenta que cuando escribo como ahora, respiro profundo y lento, y que entrelazo las manos apoyándolas en mi mentón dirigiendo la mirada hacia el horizonte, sintiendo que en este momento el tiempo es arte. Es el AQUÍ y el AHORA que se respira a través del ser auténtico que se funde con el placer del instante, del placer que te hace perder la referencia del tiempo y vivir el ahora eterno.

Despierta y date cuenta, estás a tiempo, es ahora el momento...

¿De que formas has vivido la relatividad del tiempo y experimentar el ahora eterno?