lunes, 8 de noviembre de 2010

La Relatividad del Tiempo en el Ahora Eterno

A propósito de la película “Volver al Futuro” que se ha reestrenado este fin de semana en las salas de cine de nuestro país, después de 25 años, me inspiró reflexionar acerca de la relatividad del tiempo. Y lo primero que me vino a la mente fue la cita de un ser humano –de quien por cierto no recuerdo su nombre-, que alguna vez intentó parafrasear a Albert Einstein diciendo “la relatividad del tiempo es cuando 3 minutos con la mano en el fuego te parecen una eternidad, mientras que 3 minutos besando a la mujer que amas solo es un suspiro”.

Es como con el cambio de horario, en verano adelantamos una hora el reloj y con este cambio muchas personas sienten que les quitan una hora a cada uno de sus días. Claro, mientras llega el cambio de horario en el invierno, cuando retrasamos una hora el reloj y las mismas personas sienten que les han regresado esa hora de su tiempo. Y lo único que ha cambiado en realidad es solo la referencia del tiempo y no el tiempo en sí, pues tanto en verano como en invierno la tierra sigue realizando cada 24 horas el movimiento sobre su propio eje conocido como rotación, que es el movimiento que determina las referencias del día y de la noche de acuerdo a su posición con respecto al sol.

Y que tal lo que sucede con el tiempo en nuestros sueños mientras dormimos, a mi me ha sucedido que he estado en sueño profundo durante un par de horas y al despertar siento que he dormido varios días. Frases como “el tiempo se pasó volando”, “ya no alcanza el tiempo para nada”, “esperé toda una eternidad”, “el tiempo es oro”, “tenemos el tiempo encima”, “justo a tiempo”, “un suspiro un segundo”, “que tiempos aquellos”, “reloj no marques las horas porque voy a enloquecer”, son solo algunos gráficos ejemplos de cómo convivimos con la relatividad del tiempo.

Podría hacer una larga lista de circunstancias y experiencias que nos dejen sentir la relatividad del tiempo, y en todas ellas se podría ver que es el tiempo una cosa que filtramos a través de nuestra mente y nuestras percepciones, “que nada es verdad ni mentira, todo es de acuerdo al cristal con que se mira”. Y para darle más sabor a este caldo de ocurrencias medito también de cómo el significado de los acontecimientos del pasado pueden ser transformados por una circunstancia del presente, o incluso una circunstancia del presente puede darle un vuelco distinto a la proyección del futuro.

Por ejemplo, imaginemos que un adolescente se da cuenta de que sus padres son padres adoptivos, es probable que todo el significado de su vida se transforme y comience a recapitular cada una de las experiencias vividas con ellos, y a partir de esa verdad conocida perciba el correr del tiempo de modo distinto. O aquel joven ejecutivo que siente tener un futuro prometedor y un diagnóstico de cáncer en los pulmones, por su adicción al cigarro, le atiza de un golpe inesperado la sensación de que el tiempo se le acaba. En cambio, para la persona que ha sobrevivido a un desastre natural, o a un accidente trágico, cada minuto de vida es la gloria y agradece por ello. O la mujer que ha vivido la experiencia de dar a luz a un ser humano, y que a partir de ese momento transforma el valor de cada instante con el que vive la vida.

Es como lo que a veces nos puede llegar a suceder cuando vemos la misma película en etapas de vida diferentes, a mi me sucedió que quedé profundamente conmovida con E.T. el extraterrestre cuando vi por primera vez esta película a mis 7 años. Y cuando la volví a ver a los 28, lo que logró conmoverme fue la forma en que Steven Spielberg creó este largometraje basándose en un amigo imaginario que lo acompañó de niño durante el divorcio de sus padres. Así que con esta mirada pude sentir el fluir del tiempo y mi relación con el significado de los acontecimientos de la película de una forma distinta.

Y ante tanta relatividad en el tiempo, llegué a la conclusión de que lo verdaderamente esencial es el AQUÍ y el AHORA. Esta sensación de estar disfrutando plenamente este momento, el momento de estar tecleando estas palabras, de suspirar y de frotar mis manos para calentarlas del frio viento. De darme cuenta que cuando escribo como ahora, respiro profundo y lento, y que entrelazo las manos apoyándolas en mi mentón dirigiendo la mirada hacia el horizonte, sintiendo que en este momento el tiempo es arte. Es el AQUÍ y el AHORA que se respira a través del ser auténtico que se funde con el placer del instante, del placer que te hace perder la referencia del tiempo y vivir el ahora eterno.

Despierta y date cuenta, estás a tiempo, es ahora el momento...

¿De que formas has vivido la relatividad del tiempo y experimentar el ahora eterno?

2 comentarios:

merche dijo...

no he podido contactar via mail, me vienen los mails con error... no se que pasa... he probado con dos mails tuyos y no ha habido manera

ROx dijo...

Hola Merche!, si que raro, has escrito en estas dos cuentas?
yocreoconciencia@gmail.com
redeslunarias@elplacerdecrecer.com